En lo que al sector de la belleza nos toca, en nuestro trabajo, estamos con personas, tocamos y mimamos clientas para embellecerlas. Y escuchamos tantas circunstancias diferentes como personas nos visitan; cada una con su forma de vivenciar estos rarunos días en los que somos actores protagonistas.
Algo en común es que hay un altísimo porcentaje de mujeres que están sufriendo una fuerte pérdida de cabello y diferentes problemas de piel. Unas por estar sometidas a altos niveles de estrés, por teletrabajo, sobrecarga doméstica, hijos pequeños o mayores dependientes a su cargo; otras, más o menos jóvenes, han superado la Covid-19 y en algunos pacientes la pérdida de cabello se hace muy presente. Hay a quien se le ha complicado un cuadro de ansiedad, depresión y ha tenido que acudir a medicamentos para controlarlo, trastornos del tiroides, menstruales etc.
Todas acuden a exponer su caso y en busca de una solución que les de tranquilidad y mejore su estado capilar y anímico.