A este coctel de trabajo informativo y de gestión de un cliente, ofreciéndole facilidades, comodidad y buen hacer se le denomina CALIDAD.
En otras ocasiones nos encontramos a quienes lo quieren “ayer”. Como lees: todo ese combo musical de servicios pero sin anestesia, ¡ya!.
Ahí es donde el profesional entra en conflicto porque no siempre lo que esa clienta quiere se puede realizar en su cabello, bien por el estado en el que está o bien porque necesitamos un largo proceso para realizarlo sin llevarlo a la destrucción y a malas praxis.
Poco hay que conocer de mi opinión al respecto: NO… con argumentos. No se negocia un trabajo que de entrada va a darnos un mal resultado; no se destruye un cabello porque esa clienta nos presione; no obtendremos un cliente ni una imagen deseada. A esto se le denomina CANTIDAD.